Sociólogo, humanista, maestro, altermundista, misionero internacionalista, académico, analista, investigador, militante de la utopía, teólogo de la liberación, “perito conciliar que dejó su huella en la inolvidable Gaudium et Spes”5, sacerdote, pero ante todo cristiano por ser testigo incuestionable de Jesús de Nazaret. El alma en la tierra, según lo define Carlos Tablada. Belga de nacimiento, ciudadano del mundo de corazón, que al decir de Joao Pedro Stedile “Hiciste el camino inverso de los colonizadores europeos, que siempre llegaron a nuestras tierras con la cruz y la pólvora, en busca de las riquezas naturales”.
Como académico, sociólogo, investigador… François no pasa por la vida investigando y publicando únicamente análisis, estadísticas y teorías, sino que fiel al método Ver, Juzgar y Actuar, promovido por Cardijn su coterráneo, para ver la realidad a profundidad, viaja sin fin por el mundo entero; se adentra en las realidades humanas más diversas de todos los continentes, y no se queda únicamente como observador externo, sino que se involucra en los problemas que soportan aquí y allá las víctimas de la globalización neoliberal, las víctimas de los intereses egoístas del sistema capitalista, para analizar, evaluar, contrastar causas y consecuencias con los propios sujetos y actores sociales, para finalmente accionar con las genuinas organizaciones sociales en la búsqueda de alternativas y nuevos paradigmas que conlleven superar opresiones, inequidades, injusticias, exclusiones, saqueos y desastres ecológicos.