La cuestión alimentaria como cuestión de relacionamiento entre la sociedad y el Estado ha sido naturalizada como un asunto nutricional y de competencia económica, descalificando la dimensión simbólica y cultural del hecho alimentario, de manera que la construcción de la autonomía requiere recuperar la multidimensionalidad perdida en la consolidación del Estado moderno. El abordaje de los sistemas alimentarios esta directamente relacionado con un análisis del territorio de los pueblos campesinos e indígenas y los sistemas de producción y control que estos desarrollan sobre el entorno. Es através de la alimentación que se puede comprender el estado de dependencia que se tiene de los pueblos.
La alimentación entendida como un sistema de relaciones y condiciones que producen posibilidad de controlar qué se come, cómo se come, para qué se come, con qué se come, requiere poder entender las formas en que se ha naturalizado el sistema alimentario dominante, subordinado a la reproducción del capitalismo, y pensar estrategias para reconstituir la autonomía alimentaria de los tejidos sociales.